La cantidad de hectáreas con malas condiciones hídricas se redujeron, luego de las precipitaciones que cayeron en Buenos Aires y La Pampa, donde se produce el 40% del trigo del país.
Las lluvias que cayeron durante los últimos días, y que llegaron a acumular hasta 115 milímetros en algunas zonas del centro y sur de Buenos Aires y La Pampa, trajeron el alivio que esperaba una campaña triguera muy castigada por la falta de agua.
Cabe recordar que, de una perspectiva de siembra inicial de 6,6 millones de hectáreas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo su estimación a 6,1 millones, producto de la escasez hídrica.
Y hasta la semana pasada, casi la mitad de los lotes (44%) ya emergidos, mostraban una condición hídrica entre regular y sequía, cifra que se redujo al 35% tras las precipitaciones mencionadas.
La clave es que en las regiones mencionadas se siembra casi el 40% del trigo del país, y por eso estas lluvias tienen impacto a nivel general en los números del cereal.
Hasta el momento, se lleva implantada el 98,8% de la superficie prevista, por lo que la siembra del cereal culminaría durante la próxima semana.
LA CEBADA, CON PROBLEMAS
En tanto, la Bolsa reflejó algunas malas noticias para la cebada, que presenta un progreso de implantación del 93,1%.
También en el centro y sur de Buenos Aires y La Pampa, el área sembrada reporta emergencias desuniformes y pobre crecimiento consecuencia de la ausencia de lluvias.
Sin embargo, las precipitaciones caídas se espera que brinden fluidez a las labores de implantación y mejore la condición de cultivo en siembras tardías.
Fuente: Infocampo