Las lluvias esperadas para las próximas horas se presentan como un paliativo marginal, antes que como un cambio de patrón.
El patrón pluvial, sigue sin dar señales de cambios positivos. La interacción entre el otoño frío y un fenómeno La Niña residual, afectaron en forma muy significativa las precipitaciones, forzando un retiro prematuro de la oferta de agua en el núcleo agrícola del centro del país.
Sobre el norte bonaerense hace más de tres meses que no llueve con milimetrajes representativos de la zona, algo que en breve analizaremos y que en muchos casos terminará por cerrar uno de los inviernos más secos de los registros.
En esta transición hacia septiembre, se espera que las lluvias logren cobertura sobre el norte de la región pampeana, sin embargo, en la mayor parte del área, el retroceso de las reservas de humedad requiere precipitaciones que se apartan de la lógica que marcan los análisis estadísticos. Pueden aparecer situaciones eventuales que generen correcciones en línea con la demanda, pero cuando analizamos los pronósticos, esta situación no se impone a gran escala. El noreste de Córdoba, centro de Santa Fe y el centro norte entrerriano pueden estar receptivos a las lluvias de mayor volumen.
Como vemos en el mapa de la estimación de lluvias necesarias, la línea de ochenta milímetros avanza tomando gran parte de SF y el norte bonaerense. Es fácil reconocer entonces, que una lluvia de quince o veinte milímetros, como mejor proyección, sólo es un paliativo para esta compleja situación hídrica. De todas maneras, es posible que se observen corredores, sobre todo en la zona mencionada anteriormente, donde podrían sumarse hasta treinta milímetros. Lluvias por encima de los treinta milímetros, ya pasan a jugar un rol de mayor reparación para el estado de los cultivos de invierno, pero es altamente improbable que las mismas avancen hacia las provincias de Buenos Aires y La Pampa.
Por lo pronto el sudeste bonaerense se configura como el único sector que no sufre por la demanda de precipitaciones. La provincia de Entre Ríos y el resto del sur de Buenos Aires, están en una condición discreta, no ideal, pero tampoco alejada de la disponibilidad que es habitual para estas fechas. En el sudoeste de Buenos Aires, se reportan pasturas en buen estado de desarrollo.
Pasadas las lluvias de mañana y con el correr del día viernes, se espera un fortalecimiento de la circulación del sudoeste y un cambio de masa de aire. Las lluvias se retiran progresivamente hacia el norte de la Mesopotamia, mientras las temperaturas acusan el impacto en la región pampeana. El sábado amanecerá con heladas en Buenos Aires y La Pampa, más intensas sobre el sur. Las mismas pueden alcanzar el sur de las provincias del centro, aunque en forma débil.
La corta persistencia de las masas de aire frío es, hasta el momento, el único elemento que se destaca para prever mejoras pluviales para la primera quincena de septiembre. El año pasado septiembre resulto muy favorable para la campaña fina, claro que el centro del país venía, por mucho, en mejores condiciones de humedad. A nivel nacional, la producción de granos finos parece muy dependiente de la continuidad del buen nivel de humedad en el núcleo triguero del sur.
Fuente: Agrositio