La BCR destaca que la caída en la intención de los productores se debe al temor a la chicharrita y a que los márgenes actuales de este cultivo no son alentadores.
La intención de siembra maicera 2024/25 cae en un 30% respecto del año pasado, según se detalla en un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). .
El informe de la entidad destaca que la actividad comercial en la región núcleo está detenida y los productores postergan decisiones. “No se están vendiendo insumos ni haciendo operaciones. Está todo detenido, sin consultas. Se prevé una baja del 50% en el área de maíz respecto al año pasado”, dicen en Carlos Pellegrini.
Factores negativos: temor a que no llueva a la siembra y chicharrita
Los técnicos regionales destacan dos factores que están influyendo en la toma de decisiones entre los productores de maíz.
El primero es el temor a la chicharrita, un insecto que ha generado fuertes daños y que limitará las posibilidades de hacer siembras tardías.
Recordamos que el año pasado se sembró un 35% como tardío y en el año anterior, el de la “3ra Niña”, la única forma de sembrarlo fue como tardío.
El segundo factor son los precios en cosecha, los márgenes actuales de este cultivo no son alentadores.
Según la última actualización (25 de julio de 2024), los márgenes netos del maíz muestran números ajustados. En campo propio, el margen es de 380 u$s/ha, mientras que en campo alquilado es de 40 u$s/ha. “Estos números evidencian una caída de 77 u$s/ha en comparación con la pre-campaña del año pasado en campo propio. Esto se explica principalmente por una caída en el precio a cosecha del cereal, que pasó de 18,3 u$s/tn a 17,2 u$s/tn.”, indica la entidad. En el caso de campo alquilado, hay una leve mejora pero por algo que es más malo que bueno. “El incremento de 37 u$s/ha se debe principalmente a una reducción en el costo relativo de alquiler en u$s/ha, ya con el mismo valor de qq/ha de soja- que se mantienen en 18 qq/ha-hace un año, en el mercado disponible era más elevado: 35,63 u$s/tn contra hoy, 28,86 u$s/tn. Esto implicaba mayores gastos para el productor en términos de alquiler, pero también mayores ingresos por la oleaginosa”, puntualizan desde la entidad.
Fuente: Agritotal