Aapresid difundió un relevamiento sobre cómo está el panorama en el Litoral, la zona núcleo y el sur bonaerense y La Pampa, cada uno con realidades distintas en medio del contexto de sequía.
“Escaneando la gruesa en pre cosecha”, es el título de un informe que elaboró la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y que pinta el panorama en las diversas regiones del país, previo a la cosecha “de una campaña para el olvido”.
“Con un sinfín de preguntas y apenas un manojo de respuestas, muchos productores pudieron concretar sus planteos agrícolas con estrategias de manejo acertivas para afrontar una campaña con tres sequías consecutivas. Las siembras tardías y las precipitaciones de febrero y marzo son prometedoras para aspirar a rendimientos aceptables”, resume el reporte de modo general.
A grandes rasgos, Aapresid afirma que la situación de los cultivos está de regular a mala en el centro y este del área agrícola, pero mejorando en el sur y el oeste.
En este marco, representantes de los distintos Nodos Regionales de Aapresid compartieron su experiencia y adelantaron expectativas de rindes en los principales cultivos, permitiendo elaborar una suerte de semáforo regional de la campaña.
NODOS SUR Y OESTE: TODAVÍA “PROMETEN”
Con buen manejo y unos 700 milímetros de promedio anual de precipitaciones, el estado de los cultivos en la Regional Bahía Blanca es excelente “dada la situación que se vive”, subraya el relevamiento. Esta sería, por ende, la zona con una suerte de luz verde.
De manera particular, el deterioro en lotes con tosca es irreversible, pero en suelos más profundos la situación es favorable.
“Atrás de un arduo trabajo de ingeniería a la siembra, se esperan en girasol rindes algo superiores al año pasado, donde la siembra directa juega un rol clave en su estabilización. Para el maíz, si bien no llegarán a igualar la campaña previa, hay optimismo de lograr unos kilos más si sigue lloviendo”, añade el documento.
Del mismo modo, sostiene que, en el corazón de La Pampa “la gruesa está bajo la lupa pero aspira a rindes promedio”.
Las siembras tardías con bajas densidades pudieron mitigar el estrés; aún así, muchos girasoles quedaron enanos, con capítulos pequeños, pocos granos o vacíos debido a las altas temperaturas. Las sojas, en tanto, presentan menor desarrollo de nudos y los maíces acortamiento de entrenudos.
Si bien este panorama anuncia que las mermas en los rindes son un hecho, las lluvias de fines de enero fueron oportunas y se ven mejoras en los cultivos.
EL CENTRO: SEMÁFORO AMARILLO
En el oeste bonaerense “todas las fichas están puestas en las siembras tardías”, advierte Aapresid.
Concretamente, en la Regional Bragado-Chivilcoy, los maíces tardíos podrían mantener buen potencial si se regulariza el régimen de lluvias, ya que el período crítico cayó fuera del estrés. Por el contrario, los tempranos ya están definidos y con grandes mermas.
En cuanto a la soja, vivió la misma película: el Estado es tan variado como lo fue la distribución de las lluvias.
Por su parte, la zona de influencia de la Regional Venado Tuerto no contó con mejor suerte y los cultivos tempranos están de regular a malos. Los maíces metieron período crítico en diciembre, no llovió y el golpe de calor destrozó a la polinización, mientras que las sojas sufrieron en floración el aborto de flores y vainas.
“Será clave que siga lloviendo para estabilizar rindes que ya muestran mermas del 70% en maíz y 50% en soja de primera”, menciona el informe.
EL LITORAL: ZONA DEVASTADA
“Con un 40% menos de precipitaciones que lo normal, los socios de la Regional Paraná no tienen palabras para describir la situación. Las expectativas de rendimiento de todos los cultivos están muy por debajo de la media provincial”, alerta, en este caso, Aapresid.
Lógicamente, aquí la luz es roja, al punto que muchos lotes de sorgo y maíz de primera ya tienen destino a pastoreo directo, picado o rollos. Respecto al maíz de segunda, está en su fase final y tuvo un repunte de regular a bueno, pero siguen en alerta la mayoría de los lotes, con temor de daño por las heladas tempranas en el llenado.
Como corolario, las leguminosas están aún peor: la superficie de soja se redujo enormemente y lo que se pudo hacer fue fuera de fecha. El resultado es que, en Entre Ríos, se esperan los peores rindes de soja en los últimos 10 años y muchos lotes ni siquiera se podrán levantar. Asimismo, el girasol se está cosechando con 600 kilos menos que el promedio.
CLAVES ANTE LA SEQUÍA
Bajo este panorama, Aapresid mencionó cuáles son los factores agronómicos clave que llevaron a algunos productores a poder dar pelea esta campaña.
“Si bien el panorama es bastante desolador, desde las Regionales Aapresid destacan que hubo ciertos factores que permitieron, independientemente de la región, mantener las defensas altas y, en algunos casos, hasta con posibilidades de un futuro mejor si los meses de febrero y marzo acompañan con mejor clima”, indica la Asociación.
Estos factores son:
-Considerar la previsión climática del verano.
-Analizar la disponibilidad de agua en el perfil
-Establecer estrategias de siembras tardías y bajas densidades para escapar al gran déficit hídrico que se iba a dar en enero.
-Seleccionar híbridos y variedades adaptados a cada zona.
Fuente: Infocampo