Desde hace meses Argentina atraviesa una profunda sequía que está afectando a todo el país con mayor incidencia en las principales zonas agrícolas productivas.
Según un monitoreo realizado por especialistas de distintas instituciones nacionales que integran la Red de Organismos Científico Técnicos para la Gestión del Riesgo de Desastres (GIRCyT), el área en sequía se incrementó en cerca de 10 millones de hectáreas a nivel país durante agosto y de no llover en los próximos días la situación podría agravarse, complicando así no solo a la campaña de trigo en marcha sino a las proyecciones de la próxima siembra de soja, dos cultivos claves para el ingreso de divisas y la economía local.
De acuerdo con el relevamiento de la Red GIRCyT, los factores de riesgo afectan un área de 126.583.782,18 hectáreas -el 75% del área agrícola nacional- y un stock de 10.791.580 cabezas de ganado bovino. Según el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en el caso del trigo, a la escasez de lluvias y las heladas alternadas con temperaturas altas, se suman la aparición de focos de plagas y enfermedades. En consecuencia, el 34,3 % del área en pie presenta condición de cultivo regular/mala y el 46,2 % mantiene una condición hídrica regular/seca.
Hasta el momento, a partir de la caída de rindes del trigo y la imposibilidad de refertilizar el cultivo se estima que el saldo exportable caería más de 3 millones de toneladas, lo que representa una merma en ingresos de poco más de u$s500 millones. Este escenario sería hasta el momento quizás el más benévolo, porque la caída productiva puede ser todavía peor en el corto plazo. Para el fin de semana pasado estaban pronosticadas precipitaciones que finalmente llegaron de manera escasa y difusa. Es por eso que los próximos días serán claves para entender cómo sigue el panorama. Las últimas proyecciones prevén que la cosecha de trigo sea de alrededor de 17,7 millones de toneladas, versus 23 millones de toneladas del ciclo anterior.
El invierno 2022 fue el 7° más seco en 61 años
El invierno 2022 en Argentina fue 33,3% más seco que lo normal, y se posicionó como el 7° más seco desde 1961 y el 5° consecutivo en registrar déficit de lluvias.
Además, la Ciudad de Buenos Aires, junto a las de Rosario, Junín, San Pedro, Perito Moreno y Ezeiza registraron su invierno más seco desde 1961, con precipitación acumulada de hasta 50 y 100 mm por debajo del promedio.
El común denominador de los inviernos más secos (1988-1995-2007-2008-2009-2021) fue el fenómeno de La Niña, que ya transita su tercer año consecutivo. Sólo dos veces desde 1950 se registró un triple evento seguido de La Niña, y esto sucedió por última vez en el periodo 1998-2001.
Fuente: BCR News