Hace un año se había cubierto un 65% de la soja de primera. Hoy el avance es de 49% y la incertidumbre es enorme.
La siembra sigue acechada por la falta de agua y las altísimas temperaturas que se vienen sosteniendo semana a semana desde noviembre. Tras cada lluvia hay una carrera contrarreloj por aprovechar cada milímetro porque no se sabe cuándo volverá el agua.
Las últimas lluvias, las del fin de semana pasado, se corrieron hacia el norte y en vez de ser favorecida Buenos Aires, fue el centro y norte de Córdoba y Santa Fe los sectores que recibieron los mayores volúmenes de agua.
En soja se logró sembrar más de casi 8,4 M ha, menos de la mitad de las 17,1 M de ha intencionadas para este ciclo de soja 2022/23. El retraso respecto al año pasado es de 16%, año que no fue problematizado por la falta de agua a la siembra.
Las últimas tandas sembradas muestran emergencias desparejas y pérdidas plántulas, de acuerdo relevamientos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En la semana pasada hubo intensas jornadas de estrés térmico que se suman a los efectos de la escasez de agua.
En la región central, la tercera parte de los cuadros sembrados con soja muestra condiciones regulares a malas. Argentina está transitando las peores condiciones de siembra de los últimos 20 años.
En este marco, hay una incertidumbre muy fuerte respecto de lo que pueda llegar a sembrarse con soja de segunda (representan más de 5 M de ha). Por lo que si bien se sostiene la intención de siembra de 17,1 M de ha con soja, puede haber modificaciones importantes en el próximo informe.
Fuente: Noticias AgroPecuarias